Tesis - Licenciatura en Teología (Sin Restricción)

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    El duelo ante la muerte de un ser querido
    (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2014) Merino Quevedo, Líder Leonardo; *De la Torre Altamirano, David Israel
    Después de siete años de experiencia como capellán del Hospital South Eastern Sídney Ilawarra, en Sídney Australia, pude conocer de cerca muchas historias y realidades que traían consigo el dolor humano, ante la triste realidad de conocer el diagnóstico de una enfermedad terminal o la pérdida de un ser querido, familiar o amigo. En muchas historias hay pérdidas únicas, porque nadie vive una pérdida como “yo” la vivo; por este motivo cuando hablamos de duelo, cada persona lo vive de una manera singular. Además el duelo no solo está relacionado con la muerte sino con muchos otros factores, por ejemplo perder una relación afectiva, enterarse de una situación que cambia nuestra realidad: como perder el empleo, el divorcio, el encarcelamiento, etc. situaciones que nos pueden ocurrir a todos a lo largo de la vida. En esta disertación, deseo compartir un acercamiento a las personas que están viviendo un duelo o una preparación para el mismo. Me pregunté constantemente ¿Qué es la muerte? ¿Cómo se asimila la muerte de un ser querido según la etapa de la vida en que ésta ocurra? ¿Qué repercusión tiene en la vida familiar e individual? Y la respuesta la encontré en las sagradas escrituras donde no hay un párrafo igual al que escribió el Apóstol San Pablo a la Iglesia de Roma, acerca de cómo entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte. “Por el pecado de Adán reinó la muerte. Por un solo hombre, Jesucristo, ha abundado la gracia en beneficio de muchos”. (Rom 5,12) Adán y Jesucristo son como dos cabezas o troncos de la raza humana, el primero la conduce a la perdición, el segundo le devuelve todos los dones perdidos. Dentro del plan divino está prevista la presencia de Cristo en la humanidad. Su nacimiento, su vida, su mensaje, su muerte, su resurrección, es una obra totalmente divina. Dentro de estos mismos planes está previsto el pecado de Adán y sus consecuencias, entre ellas, la muerte física y la espiritual. Cuando el mismo Cristo se inserta en el árbol de la humanidad caída, la humanidad toda se renueva. L
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    La imagen de Jesús en el cine contemporáneo
    (PUCE, 2013) Benavides Zambrano, Yimmy Antonio; *De la Torre Altamirano, David Israel
    Vivimos en la sociedad de las pantallas, con una cultura que nos exige aprender a vivir y a sobrevivir con lo audiovisual. La imagen y las relaciones simbólicas configuran la realidad. Un mundo en el que una buena parte de la comunicación se realiza a través de los medios audiovisuales. La misión de la Iglesia, ha sido siempre discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, los diferentes lenguajes del tiempo y juzgarlos a la luz de la Palabra de Dios, para que la Verdad revelada pueda ser percibida más completamente, mejor comprendida y expresada más adecuadamente. En esta sociedad constatamos que el cine puede ser una verdadera escuela de formación ética, capaz de orientarnos debidamente sobre cuestiones de gran trascendencia para el desarrollo humano, a condición de interpretar a fondo las experiencias de vida que encierran las películas. La proyección de una película sobre Jesús puede hoy hacer surgir entre los espectadores varias preguntas esenciales: ¿Quién fue? ¿Cómo entendió su vida? ¿Qué defendió? ¿Dónde está la fuerza de su persona y la originalidad de su mensaje? ¿Por qué lo mataron? ¿En qué terminó la aventura de su vida? ¿Por qué es recordado por quienes le conocieron más de cerca como una “buena noticia? ¿Qué es lo que percibieron de “nuevo” y de “bueno” en su actuación y su mensaje?, etc. Iniciamos investigando experiencias vividas por otros agentes pastorales y nos encontramos con la experiencia del Padre Peio Sánchez, sacerdote de la diócesis de Barcelona. Teólogo, experto en cine, que tiene un blog donde cada semana nos cuenta los estrenos y da razones para ver una película. Nos encontramos también a Alfonso Mendiz, profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Málaga, quien también tiene un interesante blog titulado Jesucristo en el cine en el que ofrece claves para el análisis de las películas sobre Jesús: significado, fidelidad histórica, imagen de Jesús, material didáctico, guiones de cine-forum, anécdotas del rodaje, etc. teniendo de fondo la pregunta: ¿qué imagen de Jesucristo nos ha transmitido el cine?
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    Jesucristo única esperanza de salvación del hombre
    (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2014) Dávila, José; Barredo Heinert, Fernando Víctor
    La esperanza es un valor importante y necesario en la vida de todo ser humano. Contribuye a mantener vivas las metas y proyectos trazados a lo largo de la existencia. Motiva la existencia del presente y la abre al futuro impidiendo, así, aferrarse al pasado. Sin embargo, en la cotidianidad de la vida, este valor es cuestionado fuertemente cuando se enfrenta a la muerte, al sufrimiento y al dolor; aquí la esperanza es incapaz de librar al hombre de estas situaciones. Además, la esperanza puede perder el horizonte humanizador cuando su fundamento es solamente el hombre y sus capacidades. Por eso, es necesario encontrar un fundamento sólido, capaz de responder a las cuestiones de sentido, capaz de salvar a todo ser humano. El fundamento de la esperanza cristiana es Jesucristo. Su encarnación, su ministerio, su muerte y su resurrección constituyen el paradigma de esta espera. Por sus méritos podemos estar con Él en la vida y en la muerte, y resucitar con él. Pero también por el Hijo de Dios podemos vivir del amor salvífico de Dios aquí, así como también en la vida eterna. Esperamos, por medio de la fe en Jesucristo, que Dios nos amará para toda la vida. En consecuencia: el Hijo de Dios es la esperanza en la que todo hombre puede ser salvado y gozar de la vida eterna. A partir de esto la Iglesia, mientras aguarda expectante la plenitud de la salvación, recorre un camino en el que cree, vive y celebra esta esperanza.
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    Dios verdadera felicidad del ser humano
    (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2014) Ibarra Pérez, Mayla Asunción; *Guerra Carrasco, José Abel
    La aspiración a la felicidad está inscrita en lo más profundo de la historia humana, tanto de la historia personal como de la comunitaria. El ser humano busca incesantemente, por distintos medios, ser feliz. Sin embargo, no ha logrado alcanzar su felicidad a plenitud. Por el contrario, se ha esclavizado en sus propios deseos, tratando de llenar su vida de aquello que cree encierra la felicidad: el poder, la fama, el placer y el dinero. Pero, al poseer esos bienes, descubre que la felicidad es momentánea, que le deja un profundo vacío y una sensación de que quiere alcanzar “algo más”. Por eso, este trabajo trata de dar respuesta a esta honda pregunta. En una sociedad donde prevalece el tener, el poder y el placer, ¿por qué el cristianismo debe seguir anunciando que el camino para alcanzar la verdadera felicidad son las Bienaventuranzas? Todos y todas deseamos ser felices, puesto que la felicidad es la tendencia más profunda del ser humano. Jesús nos muestra el camino efectivo para conquistar esa felicidad. Ese camino son las Bienaventuranzas, que no es otra cosa que la dicha del no tener, del no poder, de negarse a sí mismo, y de vivir intensamente el amor gratuito al prójimo. Esto es lo que lleva al ser humano a ser feliz, porque la verdadera felicidad la encontramos en Dios. Jesús, con su estilo de vida, nos muestra el camino para alcanzar la verdadera felicidad, perfila el camino para sus discípulos y discípulas. Es decir, Él es el camino, porque las Bienaventuranzas son su autobiografía, donde muestra que es posible ser felicescon un estilo diferente al que el mundo ofrece. Los que sufren, los que lloran, los pobres, los perseguidos y los pacíficos, son los felices; ellos no viven una ilusión futura, porque su felicidad la empiezan a vivir aquí y ahora, es un anticipo de lo que será la felicidad eterna. Entonces, para alcanzar la felicidad se debe vivir las Bienaventuranzas, las que implican optar por un estilo de vida pobre, que trae consigo renuncias, incluso de uno mismo.
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    Cristo, libertad trascendental
    (PUCE-Quito, 2018-12-03) Álvarez Solano, Dolores Margarita; *De la Torre Altamirano, David Israel
    La búsqueda de la libertad pertenece al ser humano y lo constituye. Sin embargo, en esta búsqueda que da sentido a nuestra existencia corremos el riesgo de equivocarnos. Más aún, el ser humano no se basta a sí mismo, no alcanza a dar sentido a todas las dimensiones de su existencia. Al contrario, su condición humana comporta en la profundidad de su ser una estructura trascendental, esto es, una apertura o un carácter inquieto, que lo impulsa a reconocer la capacidad de autotrascendencia. Si admitimos que la búsqueda de la libertad nos constituye, conviene permitir que se levante también en nuestro horizonte de fe una cuestión fundamental que interrogue por la verdadera libertad, ¿Puede el ser humano ser libre si prescinde de Dios? La respuesta que esta reflexión propone se articula desde una óptica cristiana, la cual concibe que el hombre no puede ser libre si prescinde de Dios, porque la alteridad es condición de posibilidad para la libertad. Por eso, esta disertación articula la reflexión teológica desde el cristianismo. Este reconoce en la persona de Jesucristo al ser humano verdaderamente libre ¡Él es la Libertad Trascendental! Nosotros alcanzaremos la libertad en la medida en que nuestra existencia se vaya configurando con la vida de Cristo. Esto, en un tiempo en el que la Iglesia como portadora del mensaje de salvación continúa afanándose en ofrecer a toda persona de buena voluntad y al cristiano del siglo XXI una auténtica experiencia de Dios.
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    La muerte de Cristo es vida
    (PUCE, 2015) Cabascango Fernández, Diego Mauricio; *De la Torre Altamirano, David Israel
    Partimos del hecho de que el ser humano en su curiosidad por el mundo y lo que lo rodea se pregunta sobre su muerte; sin embargo, la mayoría de respuestas no satisfacen su cuestionamiento, el ser humano busca dar sentido a su vida y su muerte a su vez busca alcanzar la plenitud existencial, y así nacen las más diversas ideologías sobre nuestra vida y nuestra muerte. El tema de la muerte es tratado desde varios escenarios históricos del desarrollo de del pensamiento en la sociedad, por esto el presente trabajo hace un recorrido por lo más destacado para tratar de responder al enigma de la muerte. Y en la enseñanza cristiana católica se encuentra por revelación divina en la Escritura, una respuesta a este enigma. La interrogante sobre lo que nos espera después de esta vida, como la conocemos, es una interrogante universal y existencial. La filosofía antigua y presocrática inicialmente invitaba a una reflexión sobre la muerte. Como parte natural del ciclo de vida. En los periodos de la reflexión platónica y aristotélica se pasa del mero disfrute de la vida a recordar que la muerte es el destino del hombre porque es mortal y señalar que el hombre tiene un alma que trasciende este mundo físico. Añadamos que se adhieren los temas de la inmortalidad y la reencarnación. Prepararse para morir es pensar en la vida y el modo de vivir, entonces, si se lleva una vida virtuosa la muerte será virtuosa o si es una vida corrupta la muerte será trágica. Todos tenemos potencia de perfección. En el periodo medieval el encuentro entre Fe y la Razón, nos presentara una nueva forma de ver la vida, de esperar la muerte y una marcada esperanza de nueva vida después de la muerte por la fe. Los filósofos del medio evo, mantienen sobre el tema de la muerte la prioridad de la inmortalidad del alma, en la visión del Ser, es Dios, quien comparte su ser y por ende no lo abandona a la nada y al sin sentido. Se sostiene que la revelación de Dios permite al hombre buscar la perfección del alma y esta se consigue en la búsqueda del bien. A continuación, pensar en el alma como una forma sustancial del cuerpo, permite también pensar en un propósito final que lo da Dios. El hombre tiene un fin extrínseco a sí mismo, y muestra muerte no tendrá la última palabra, porque nuestra alma es de cualidades: individual, inmortal y creada. Dios afirma que es dueño de la vida y de nuestra muerte.
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    Jesucristo sentido último de toda la existencia humana
    (PUCE, 2015) Guerrero Guerrero, Vinicio Renato; *De la Torre Altamirano, David Israel
    La cuestión sobre el sentido último de la vida siempre ha estado presente a lo largo de la historia humana. El hombre busca perfeccionarse, ser feliz y darle un sentido auténtico y último a su vida en medio de los problemas que hay en el mundo. Si el hombre tiene nostalgia de Dios, tiene sed de eternidad y hambre de plenitud. Entonces, la pregunta por el sentido último de la existencia aún sigue teniendo vigencia y es de vital importancia que el hombre se pregunte y se cuestione profundamente para que en la búsqueda de la verdad pueda alcanzar el significado al enigma de su persona. Tanto la ciencia como las religiones de las diferentes culturas han buscado responder acerca del significado y del destino último del género humano. Pero, la revelación cristiana afirma que solo Jesucristo, único salvador absoluto, por el misterio de su Encarnación, en su doble naturaleza humana y divina es la respuesta al sentido último de toda la existencia humana. En Jesucristo Verbo encarnado y personificación del amor el hombre llega a conocer su verdadera identidad y el sentido último de su vocación humana. Por la Encarnación lo humano ha quedado plenamente divinizado. Lo cual nos revela que la vocación del hombre es divina y está hecho para la eternidad. Gracias a la Encarnación del Hijo de Dios el hombre ha descubierto que es capaz de Dios (Capax Dei), y le descubre no solamente el fin último de su existencia, también le revela que todo cuanto existe tiene un origen divino, responde a un propósito divino y que constituye el fundamento de todas las cosas.
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    Pedro y el Primado romano
    (Quito / PUCE / 2011, 2011) Yépez Rivera, Freddy Ismael; *N.D.
    Cercano y amigo, a veces impetuoso, otras cobarde. La Iglesia lo venera como el primer Papa, el Vicario de Cristo, el guardián de las llaves. En fin, es mucho lo que en la Biblia y en la Iglesia se ha dicho de este hombre que genera curiosidad y dudas. Esto último es lo que nos llevo a realizar el presente trabajo. Al principio la duda personal se centraba en la aptitud y preparación de Pedro especialmente frente a Pablo, pues es claro que a nivel de preparación intelectual, Pablo llevaba una larga ventaja a Pedro. Teniendo en cuenta que a la larga la figura petrina descolló más que la paulina, por lo menos a efectos prácticos en la dirección de la iglesia (no tanto en la teología eclesial en la que sin duda la imagen de Pablo es gigante), la pregunta será cuál fue la razón para que sea Pedro y no Pablo al que reconocemos como fundador de la Iglesia de Roma. Está duda nos llevó a preguntarnos sobre “lo especial” de Pedro para que fuera el guía de una Iglesia que nacía y luego la imagen y el símbolo de la dirección misma de la iglesia. No podíamos encontrar respuesta satisfactoria ya que eran claras las alusiones a las limitaciones de de Pedro o su conocidísima huida en el momento de prendimiento de Cristo. Aunque también se destacan momentos en los que se intuía su capacidad1. La respuesta por lo tanto no estaba en sus cualidades humanas, además, así planteada la cuestión, era muy superficial la respuesta y no pasaba de ser un mero entretenimiento. Las cosas se las debía buscar con más profundidad, hurgando un poco más. Por lo tanto, el punto de partida no podía ser simplemente el de la curiosidad sobre la idoneidad de Pedro. La clave está entonces en el mismo Jesús, pues es él quien lo escoge. Si hacemos caso a sus mismas palabras, dirigidas precisamente a Pedro: “tus pensamientos son los de los hombres, no los de Dios”2, intuimos que ese mismo es el criterio que usa para escoger a Pedro. Dios mira más allá de las...
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    “¿Es la simulación un vicio del consentimiento del matrimonio eclesiástico a la luz del Derecho Canónico vigente?"
    (PUCE, 2011) Hinojosa Bohórquez, Fredy Santiago; *Reinoso Luna, Hugo Aníbal
    La presente disertación intenta responder a la pregunta de si la simulación es una anomalía a la hora de prestar consentimiento en la celebración del matrimonio canónico, se deberían clarificar y responder a las dudas y dificultades que se presentan en la práctica procesal en los Tribunales Eclesiásticos, mediante un estudio exhaustivo a la luz Código de Derecho Canónico, de la legislación y las respuestas que los tratadistas proponen para dilucidar este difícil tema de causa de nulidad. La experiencia de varios años de trabajo del autor de la presente disertación dentro del Tribunal Eclesiástico de Primera Instancia de la Arquidiócesis de Quito, le ha impulsado a profundizar en el tema de la simulación del consentimiento, tanto por las dificultades encontradas en la interpretación y jurisprudencia de los impedimentos en los casos de matrimonios canónicos, como en los que se debe decretar su nulidad en los procesos judiciales, por la anomalía de simulación del consentimiento del matrimonio in fieri( ya celebrado). El propósito de esta investigación es la de proponer a los abogados y jueces de los Tribunales Canónicos, mayor claridad a la luz de la legislación y la jurisprudencia del Derecho Canónico vigente, a la hora de resolver la posible existencia de una nulidad matrimonial por la existencia de un consentimiento simulado por cualquiera de las partes a la hora de contraer matrimonio. Puesto que, por la experiencia pasada, la simulación es una causa de nulidad matrimonial que con cierta frecuencia se presenta en los tribunales eclesiásticos.
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    Jesús ante su muerte inminente
    (QUITO / PUCE / 2011, 2011) Chávez Alay, Tony Iván; *De la Torre Altamirano, David Israel
    Cuando proclamamos nuestra fe en la Iglesia afirmamos que Jesús es Dios verdadero y hombre verdadero. La fe cristiana pone de manifiesto que Jesús era uno de los nuestros. Pero a partir de su muerte en la cruz surgieron muchas controversias sobre su real humanidad, porque se daba por hecho que Jesús desde el inicio sabía todos los sufrimientos por los que tenía que pasar, incluso que nos iba a salvar. En la actualidad aún existe la concepción de éste Jesús que lo sabía todo, incluso cual iba a ser el desenlace de su muerte. El lenguaje corriente tiende de alguna manera aislar la muerte de Jesús de la vida que le precedió. “Se llega a preconizar el mérito de la sangre derramada y a hacer de la muerte de Cristo una especie de acto mágico que salva.
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    Los códigos domésticos y la pastoral matrimonial en la actualidad
    (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2014) Castro Marca, Luis Angel; *Chacon Padilla, Luis Emilio
    La realidad de las relaciones humanas en la pareja y familia están en un constante declive, y por otro la catequesis sobre los valores, la palabra de Dios y la moral familiar apuntan hacia un ideal tan bonito, pero inalcanzable para muchos. En el presente trabajo se trata de destacar, aclarar y en muchos casos indicar el camino a seguir. La vida de pareja es una realidad que supone una entrega total y decidida, ya que es una verdadera vocación humana donde el esfuerzo, el cariño abundante y la fe no deben faltar. Se ha realizado un análisis sobre la visión antropológica de la pareja, la realidad social por excelencia del ser humano, sea varón o mujer. Los dos están llamados para el encuentro, a vivir en equipo, y en familia. Pero, aunque el “ser social” es una realidad que nace con el ser humano, sin embargo no es fácil lograr un buen encuentro. Hay que disponerse, decidir salir al encuentro del otro y hacerlo con buenas maneras. Además se debe estar consciente que esta actividad va a “alterar” la vida en todos los sentidos. Pero también se debe saber que en la medida de la entrega al otro (demás) el ser humano se realizará como persona. A pesar de que ya se ha dado el paso para vivir en pareja y con un proyecto en común, existen varias otras dificultades para una buena relación. Los mismos aspectos que sirven de unión, se pueden transformar en fuentes de pequeños y grandes conflictos. Así el diálogo, el poder decidir, la forma de hacer las cosas, la manera de vivir las relaciones hacia fuera, el sexo, etc., se convertirán, si no se pone cuidado, en tropiezos para la marcha de una buena y sana convivencia. Después del estudio se presentan sugerencias para mejorar las relaciones humanas de la pareja y la familia, desde los Códigos Domésticos en San Pablo. Se dan unas orientaciones para interpretar correctamente el texto bíblico de Ef 5,21 – 6,9. Se toma muy en cuenta las orientaciones de la Constitución Dogmática Dei Verbum y otros estudios bíblicos. La intención es descubrir.
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    La enfermedad, lugar teológico
    (PUCE, 2015) Paredes Polo, Segundo Gaspar; Barredo Heinert, Fernando Víctor
    Las interrogantes de todo ser humano y los aportes de la Iglesia al tema de la enfermedad nos ayudan a descubrir el modo como Jesús actúa en la vida de toda persona que sufre. Desde la filosofía del hombre, su espiritualidad, su fe, la experiencia de Jesús con los enfermos y teniendo en cuenta la tarea de los médicos, se pretende dialogar de cuatro aspectos muy básicos y fundamentales: a) La filosofía de la enfermedad, los efectos que produce en el ser humano y el real sentido cristiano del sufrimiento; b) Jesús que se encuentra con los enfermos en situaciones precarias y les anima con su palabra, dándoles esperanza de vida y dignidad; c) El verdadero actuar de la Iglesia como Comunidad cristiana haciendo una verdadera pastoral de los enfermos y actuando como el Buen Samaritano y d) María al pie de la Cruz del sufrimiento. En este trabajo, se pretende poner a su alcance una serie de conceptos, artículos y respuestas contenidos en los documentos oficiales de la Iglesia Católica, entre ellos: El Catecismo, la Biblia, Encíclicas y otros libros que nos hablan sobre la enfermedad que atormenta al ser humano, esto dificulta su vida en la sociedad pero también todas las alternativas que existen para alcanzar el bienestar corporal y espiritual.
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    Los errores lógicos y la filosofía en el pensamiento de Bertrand Russell
    (Quito / PUCE / 2014, 2014) Martínez Jaramillo, Eugenio Raúl; *Montalvo Zumárraga, Alfonso Germán
    En este trabajo se expone, por medio del pensamiento de Bertrand Russell, cómo los errores lógicos dan lugar a errores filosóficos, mostrando así el papel fundamental de la lógica en filosofía. Para ello se hace una distinción entre filosofía y ciencia, y se realiza una exposición suficiente del lenguaje formal de primer orden de la lógica simbólica, para luego pasar a examinar principalmente un error lógico dentro de la lógica tradicional, base de los grandes sistemas metafísicos: el no distinguir la forma de las proposiciones universales de las individuales.
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    El sentido salvífico del sufrimiento
    (PUCE, 2016) Tandalla Taipe, Miguel Ángel; *De la Torre Altamirano, David Israel
    Lejos de aquella idea de R. Descartes del «cogito ergo sum», en su famoso Discurso del método (1637), la cual manifiesta que la razón prima en el mundo, es el sufrimiento, el que está repartido de la mejor manera en la creación. Y lo expresamos así, ya que el sufrimiento trasciende y relaciona todo tiempo y espacio, toda tradición, historia y cultura. “Todo el mundo sufre, ha sufrido y sufrirá. Indudablemente.” (Mèlich, 2010, pág. 194). Explotación, hambre, injusticia, guerras, enfermedades, muerte, violencia sin fin, destrucción del medio ambiente, entre otros, son elementos a través de los cuales podemos percibir la globalidad del sufrimiento. Ahora bien, se debe reconocer que existen distintos modos de sufrir y por tanto, diversos factores que ocasionan sufrimiento. Por ello, iniciaremos esta disertación a partir del sufrimiento en general, para después tratarlo en sus dimensiones más específicas. Es también –y sobre todo– en el camino de la fe, donde muchas veces somos testigos del sufrimiento de tanta gente. Personas buenas que vive haciendo el bien, que practican la justicia y la misericordia, gente que día a día se esfuerza por hacer lo correcto y que merece lo mejor. Sin embargo, viven otra realidad, soportan momentos difíciles e incomprensibles y terminan siendo personas que sufren. Es esta realidad tan actual y tan encarnada en el mundo, que despierta en nosotros una profunda y dolorosa sensación de impotencia e indignación. Sensación que se convierte en fuente de inquietudes y raciocinios, como por ejemplo sobre la existencia de Dios, sobre su omnipotencia y, más aún, sobre su misericordia, ¿cómo es posible que suceda esto? Así, hablar sobre el sufrimiento y el dolor ha sido y será un tema conflictivo que preocupa y cuestiona a todo ser humano. Y es que no solo se habla del sufrimiento sino que se lo vive en la cotidianidad de un mundo, cada vez más enajenado por su propio egocentrismo y del cual, surge una ligera y superficial concepción sobre el sufrimiento, llegándolo a identificar como una tragedia que a veces tiene su origen en Dios, en la naturaleza o en el mismo ser humano. Sea cual sea su origen, se convierte en un suceso lamentable que es inherente a la vida del hombre, que no tiene explicación y mucho menos sentido. Entonces, en este contexto, si la experiencia común nos dice que el sufrimiento es una tragedia y más aún, carente de valor, ¿puede tener un sentido salvífico el sufrimiento?
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    Proyecto de vivienda familiar Ñukanchik Inti-Killa Wuatana, desde el fundamento de la familia de Nazaret
    (PUCE, 2015) Palacios Vivanco, Carlos Ernesto; *Higuera Aguirre, Edison Francisco
    La familia ha sido, es y será el fundamento y célula de la sociedad. Es también el pilar del desarrollo y sobre la que se cimienta la Iglesia de hoy. El modelo de Familia de Nazaret es la inspiración de los valores que la Pastoral eclesial desafía a los nuevos retos. La familia es aquella que corresponde a la realidad del ser humano en la sociedad y la iglesia. La familia es verdadera cuando las personas que la construyen cotidianamente encuentran y viven una realidad que corresponde a sus deseos humano-cristianos más profundos y que, interactúan entre sí. Es la realidad del propio ser, puesto en relación a sus miembros, y en cuanto al don de la vida hacia otras personas humanas. La identidad de la familia está enteramente encerrada en esta formulación. En ella encontramos cuatro grandezas o elementos humanos: la relación (o reciprocidad), la capacidad generativa (nuevas personas humanas), el don. La cualidad de la familia está constituida por dos relaciones fundamentales, la relación matrimonial o de la pareja y la relación parental o de los padres-hijos, así como de la conexión de derecho inseparable entre las dos relaciones mencionadas. En este sentido y tomando el modelo de la Familia de Nazaret desarrollo este proyecto como propuesta concreta, teniendo en cuenta sus elementos inspiradores como modelo de vida y proyección a la sociedad. Donde el Sumak Kawsay toma también un papel inspirador, de esta manera el proyecto no es solo una solución habitacional para cumplir una necesidad-demanda; sino que fragua todos los elementos que hacen y dignifican al ser humano en el vínculo familiar
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    En tiempos de muerte, la Iglesia sale a la defensa de la vida.
    (QUITO / PUCE / 2012, 2012) Benalcázar Pérez, Renán Patricio; *Muñoz Restrepo, Víctor Manuel
    La vida es una carrera que hay que hacerla, la vida se convierte en un horizonte que llega cansada y desesperada. La vida es un regalo, que se ve respaldada por el otro, ese otro somos nosotros, pues aparecemos para defender, ayudar y valorar, sino es mi vida, al menos la vida del que sufre, y la vida de aquellos que aun no tienen voz ni voto ni ante la sociedad, ni ante el mundo.
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    La religiosidad popular y la piedad popular como manifestaciones vivenciales del Evangelio de Cristo
    (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2014) Gualoto Sotalín, Marco Vinicio; Barredo Heinert, Fernando Víctor
    Desde que el ser humano es consciente de su dimensión religiosa, es decir, de su necesidad innata de relacionarse con el Absoluto ha creado diversas formas para manifestar su fe. La religiosidad y la piedad popular son algunas de estas formas, podríamos decir que son las más antiguas, por lo que estudiarlas es volver al primer encuentro del ser humano con Dios. En todas las religiones coexisten estas formas de expresión de la fe conel culto oficial. El Cristianismo no es la excepción, desde los inicios de nuestra fe, la religiosidad y la piedad populares han sido junto a la Liturgia los pilares donde se ha ido asentando la fe de nuestros pueblos. Con el paso del tiempo y con una mejor comprensión del misterio cristiano la Iglesia ha ido paulatinamente afirmando la supremacía de la Liturgia sobre cualquier otra forma de expresión de la fe con el fin de garantizar la unidad de la Iglesia y la pureza del mensaje que se transmite en cada celebración. Esto ha creado ciertas dificultades en diversos momentos de la historia, dificultades que estamos llamados a superar para el bien del Pueblo de Dios que tiene en gran estima y como parte de su vida de fe, las diversas manifestaciones de religiosidad popular. Para cumplir con este propósito debemos conocer de manera amplia, objetiva y profunda las diversas notas características tanto de la religiosidad popular como de la piedad popular, para valorarlas tanto por el aporte que dan a la vida de fe de las personas, como por su influencia en la actividad misionera de la Iglesia. El estudio de la religiosidad popular y de la piedad popular como los grandes tesoros de la fe de nuestros pueblos, nos ayudará a evitar prejuicios y acciones que por un afán puritano pueden terminar con esta riqueza cultual y cultural. El reto para la Iglesia de hoy es iluminar con la luz del evangelio estas manifestaciones de fe y convertirlas en lugar de encuentro con Cristo y con la comunidad.
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    El silencio de Dios en la Cruz de Jesús
    (PUCE, 2016) Sany Simbaña, Nelson Fabián; *De la Torre Altamirano, David Israel
    El silencio que siente el ser humano cuando acude a Dios, pero no obtiene la respuesta que quisiere, debe ser orientado en el redescubrimiento de la presencia de Dios incluso en el silencio que para muchos es tan incomprensible y tan difícil de aceptar. Dios se ha manifestado al hombre desde la misma creación, pero también desde ese acontecimiento se ha hecho presente el silencio por parte del Creador. Pero el momento histórico más relevante, es cuando su propio Hijo clama la presencia del Padre, en la Cruz. En esos momentos de suplicio y dolor humano es cuando se debería escuchar la voz del Padre o mirar la presencia visible del Padre amoroso que esta junto a su Hijo. El silencio llena de dudas y temor a todos quienes presenciaban ese acontecimiento. Y muchos hasta ahora nos quedamos en esa duda y en ese temor, no reconociendo que a pesar del silencio, la presencia de Dios en la cruz de Cristo era una realidad innegable. La presencia de Dios, incluso en el silencio de la cruz o el dolor humano, es una realidad que debemos redescubrir. Así el silencio pasará del concepto de ausencia, de rechazo, de odio, al de presencia a pesar del sufrimiento, al de amor innegable, incondicional y sobre todo el silencio de Dios nos presenta la salvación.
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    Cuestionamientos y aportes protestantes a la Mariología Católica
    (Quito / PUCE / 2014, 2014) Larrea Ortiz, Esteban Mauricio; Barredo Heinert, Fernando Víctor
    Los cuestionamientos y los aportes protestantes a la Mariología Católica, dan pie a la aclaración sobre el papel de María en la Iglesia bajo diversos aspectos. Partiendo de los Evangelios, considerando las tradiciones judías de la época de Jesús y siguiendo la tradición de los Padres y la Iglesia posterior a ella, se pretende aclarar cuatro aspectos básicos: 1) María es la Madre de Jesús, es reconocida como Madre de Dios, ya que su hijo, Jesús, tiene dos naturalezas, la humana y la divina unidas hipostáticamente; 2) La perpetua Virginidad de María; 3) Su Inmaculada Concepción por los méritos de Cristo y 4) Su Asunción al cielo. También se aclara la diferencia que la Iglesia ha hecho desde su inicio entre la adoración a Dios y la veneración particular que profesa a María. A lo largo de este trabajo, que es en realidad un intento de diálogo entre las posturas católicas y protestantes, se analiza la postura tanto de los teólogos evangélicos (Luteranos y Metodistas), como de los reformados, analizando particularmente entre estos últimos la postura de Karl Barth y la de Max Thurian quien inició su actividad como teólogo reformado pero luego se incorporó a la Iglesia Católica. La posición anglicana y el diálogo con la Iglesia católica forma parte de este trabajo, pues ésta señala las convergencias sobre María y los temas para una futura discusión.
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    El amor de dios revelado en la historia de la economía de la salvación: un camino de liberación y de felicidad
    (QUITO / PUCE / 2013, 2013) Saint-Luc, Fénélus; Barredo Heinert, Fernando Víctor
    Es evidente que la experiencia misma nos revela y enseña, que todo lo que tiene un inicio tiene inevitablemente un fin también en el ámbito de la creación y vivencia humana; es una ley de la cual ninguna realidad creada está exenta. Y eso va marcando de igual modo el quehacer de todo lo creado y sus acciones y proyectos. Sin embargo, la Palabra de Dios que es el amor encarnado y revelado en la historia de la economía de la salvación, base de la reflexión teológica, tiene al amor de Dios Padre como una de sus columnas vertebrales, da un nuevo horizonte a esta situación humana, abriéndola al infinito en la revelación y la vivencia del amor.