Sierra Freire, Barbara NataliaAcosta, A., Arcos, C., Ávila, R., Corral, L.2023-11-042023-11-0420149789942203779https://repositorio.puce.edu.ec/handle/123456789/3998A manera de antecedente, para la reflexión propuesta, se hará una breve aproximación del significado del poder, tanto como concepto, cuanto como praxis social. El poder, en su significación más amplia, es la capacidad humana de crear mundo en su doble dimensión simbólica-material. Esta capacidad creadora de mundo supone libertad, en cuanto solo un ser libre tiene voluntad de imaginar e inventar su mundo. Así, entonces, el poder es un poder-hacercrear mundo en libertad, lo que no quiere decir que tengamos la libertad de decidir no crear mundo, pues sin él no es posible la existencia humana. El poder-crear mundo es un poder siempre colectivo, en la medida en que tal tarea exige ponerse-en-común, asociarse, aliarse, ponerse junto y en relación con el otro. De esta forma, la apertura de mundo es apertura de lo social. Ahora bien, esta capacidad humana, su poder, puede transformarse en instrumento de dominación y devenir en poder de dominación. La dominación se refiere al control que un grupo tiene frente a otros grupos, un país frente a otros países, una nación frente a otras naciones y nacionalidades, un Estado frente a otros Estados, un Estado y un gobierno frente a los ciudadanos, un individuo frente a otro individuo o individuos, la Humanidad frente a la naturaleza. El control busca el sometimiento y obediencia del sujeto controlado, sujeto de la dominación, sujeto sujetado al poder de dominación, sea esta legal, tradicional o carismática, según dice Weber. En atención a lo planteado, el poder de dominación debilita la puesta en común para construir mundo y, por lo tanto, la alianza social, esto es, lo social. Tanto el poder como capacidad humana de crear mundo posible y posibilitante de la apuesta en común, cuanto el poder como instrumento de dominación sobre lo otro, instituyen un tipo de relación social. La relación que se instaura con el poder-crear mundo es una relación que se abre a su propio movimiento, es decir una relación que estructura relaciones humanas cada vez más amplias y diversas. Al contrario, la relación que se instaura con el poder-dominar se cierra a su posibilidad y cosifica la relación humana en una estructura de dominación, que paraliza la imaginación que inventa y construye mundo. La primera fecunda la apuesta en común, la segunda destruye lo común.OpenAccessPoder políticoEcuador - PolíticaBreves reflexiones sobre el poder como instrumento de dominación. Radiografía de la dominación correísta