García Gallegos, Bertha JudithHerrera Paladines, Diego Sebastián2023-11-252023-11-252019-03-187852https://repositorio.puce.edu.ec/handle/123456789/22497El interés internacional por regular las sustancias ilícitas se remonta al año 1909, fecha en la que existía un desmedido uso y exportación de Opio en China, por esta razón, Estados Unidos decidió considerar al narcotráfico como problema y reunió a doce países para regular tanto el uso como el tráfico de esta sustancia, pero esto quedó en simples intenciones.1 Al pasar los años se siguieron ejecutando convenios en contra de más sustancias estupefacientes, sin embargo, estos no lograban alcanzar el carácter de restrictivo, debido a que no se puede crear derecho penal internacional, porque que cada país posee autonomía sobre sus leyes. “La Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes” incluyó dos nuevas plantas además del Opio en la lista negra, las cuales son la cocaína y la marihuana. (Amira Armenta, 2015) La importancia de que Estados Unidos haya ejercido presión sobre el mundo y particularmente, desde los años noventa, sobre América Latina, se refleja en el hecho de considerar al mercado de estupefacientes como una amenaza interna, condicionando además a la política exterior, mediante ayudas económicas específicas o mediante la presión a los países productores para que controlen la exportación, llegando hasta las medidas de fuerza. La región latinoamericana quedó involucrada en esta problemática a través de la producción y comercialización de la cocaína, desde los años setenta aproximadamente, siendo desde entonces este tipo de estupefaciente los que registran mayor crecimiento especialmente en Occidente. Por otra parte, para efectos del tema de esta tesis, hay que considerar que desde el fin de la Guerra Fría (1991), la configuración de la Seguridad mundial cambió notablemente al terminar la percepción del comunismo como una amenaza a Occidente, con lo cual también quedaba obsoleta la hasta entonces vigente alianza hemisférica liderada por los Estados Unidos, el TIAR.2 Como es de conocimiento general, el tema de la Seguridad había sido asumido por los Estados nacionales, desde su configuración en el siglo XVI, como la defensa de su territorio, soberanía e independencia en el contexto de un orden mundial naciente que no contaba con una legislación internacional suficiente y mandatoria. Por tanto, el recurso a la guerra, esto es, a la defensa de los intereses nacionales por medios de fuerza militar, era una convención tácita asumida por todos. Después de la Segunda Guerra Mundial, los intereses de los estados se alinearon bajo la política de bloques en dos sistemas antagónicos de defensa, teniendo como amenaza la expansión de los sistemas económicos o ideológicos en las respectivas áreas de influencia. Pero desde comienzos de los años noventa, con el derrumbamiento de la Unión Soviética, esta percepción quedaba virtualmente superada. Se dio lugar a una reformulación del sistema de seguridad de occidente, incluyendo a la OTAN. Para el caso de América Latina, es notable el papel jugado por la Organización de Estados Americanos, a través de la Comisión de Seguridad Hemisférica que desde su instalación en 1999, posicionó como nuevo eje de la alianza a las nuevas amenazas, entre ellas y en primer lugar, al narcotráfico.esESTADO ECUATORIANONARCOTRÁFICO INTERNACIONALCRISIS DE SEGURIDADFRONTERA CON COLOMBIA 2006-2017REALISMOINTERDEPENDENCIA COMPLEJAPOLÍTICAS ANTINARCÓTICASOPERATIVO CICLÓNLA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONALRespuestas del Estado ecuatoriano frente al narcotráfico internacional; a propósito de las crisis de seguridad en la frontera con Colombia-2006-2017bachelorThesis