Arboleda Quiñónez, Enrri Francisco2023-12-052023-12-052023-01-12EDU.526https://repositorio.puce.edu.ec/handle/123456789/36141Tesis previa la obtención del título de Licenciado en Ciencias de la Educación Básica.La Unidad Educativa San José de Chamanga (En adelante UESJCH) ubicada en la parroquia rural del mismo nombre, en el cantón Muiste de la provincia de Esmeraldas, es de sostenimiento fiscal, contó con 1440 estudiantes distribuidos en educación inicial, básica general y bachillerato en el año lectivo 2020-2021. El personal que labora en la institución está conformado por: 66 docentes, un rector, dos coordinadores académicos, dos inspectores, dos auxiliares de servicios y una profesional del departamento de conserjería estudiantil. Los docentes trabajan con grupos numerosos de estudiantes, cada aula tiene de 30 a 35 alumnos. La diversidad dentro de las mismas ha crecido en estos últimos años generando varias dificultades de convivencia escolar, entre ellas, problemas de conducta. Uno de los problemas más frecuentes que existe en la institución es la violencia que se da entre los estudiantes, desde peleas entre pares en el patio hasta mal comportamiento dentro de las aulas, los episodios de violencia son una realidad frecuente en esta institución educativa. De hecho, tanto niños como jóvenes presentan problemas de comportamiento por lo que hay serias dificultades para resolver los conflictos entre estudiantes. Entendiendo que los problemas de comportamiento que traen los estudiantes a la institución no nacen en ésta, sino que fueron concebidos en el núcleo familiar o en su entorno inmediato, pero los ponen de manifiesto en los espacios escolares, entonces es necesario resolver esta situación (Alcívar, 2022, p.1801). Esta realidad se evidencia más en los educandos del séptimo año EGB, en sus dos paralelos: En el “A” hay 35 estudiantes, 20 niños y 15 niñas; en el paralelo “B” con 34 alumnos; 15 niños y 19 niñas; todos ellos de entre 10 a 11 años. Estos alumnos vienen de un nivel socio económico bajo y presentan un nivel académico regular, que en parte es consecuencia de una serie de factores, entre ellos una alimentación deficiente, falta de apoyo de los padres de familia; incumplimiento de tareas; problemas interpersonales entre compañeros; despreocupación; etc., que les impide desarrollar con éxito sus compromisos escolares. El DECE indicó que, de acuerdo con las investigaciones realizadas en las visitas domiciliarias a este grupo de estudiantes, se encontró que el nivel de pobreza en dichos hogares es bastante preocupante. De igual manera, se evidenció la falta de ayuda afectiva por parte de los padres, lo que impide superar los problemas de conducta para cambiar las actitudes inapropiadas que exhiben los alumnos. Por medio del diálogo con varios docentes de la institución, entre ellos los del séptimo año de EGB, se encontró que éstos no aplican estrategias apropiadas para la resolución de conflictos. En su lugar, abordan las dificultades de comportamiento siguiendo lineamientos muy generales como para cumplir, que incluyen: diálogo con los educandos, contactar a los representantes legales y en última instancia, reportar el caso al DECE. Por ejemplo, una maestra señaló que cuando los niños se encuentran en esos tipos de problemas se les llama la atención haciéndoles notar que están cometiendo un acto de indisciplina y fomentando el desorden dentro del aula e indicándoles que no lo repitan. En caso de que el alumno sea reincidente, se llama a los padres o representantes para darles a conocer sus comportamientos y que ellos tengan presente la actitud que presentan cada uno de ellos. Si los problemas de conducta siguen, el docente acude al DECE, para que reciban la atención del psicólogo. Otra profesora indicó que cuando los niños presentan este tipo de comportamientos, comienza a investigar lo que ha pasado con los otros compañeros, luego conversa con los involucrados realizándoles una serie de preguntas acerca de la convivencia en su hogar, en su comunidad, sobre su padre y madre, entre otras. Luego, llama a los representantes legales para dialogar acerca del problema que presenta el niño o niña. Al igual que la docente anterior, ella indicó que cuando los estudiantes son reincidentes, pasan el caso al DECE. Una última reportó que, frente a actos de indisciplina, llama de manera inmediata a los padres o representantes y comunica a las autoridades lo que está sucediendo, para que, en conjunto, es decir, entre padres, autoridades y DECE se analice el caso y se tomen decisiones, con el fin de ayudar a la solución del problema del niño o niña creándole un ambiente saludable. En relación con los padres de familia, también se encontró carencia de estrategias apropiadas para lidiar con los problemas de conducta de sus hijos. Por ejemplo, una madre de familia señala que ella soluciona las dificultades de conducta de sus hijos primero prohibiéndoles realizar lo que más les gusta ver o hacer. Luego les ponen tareas de oficios domésticos y no los dejan jugar con sus amiguitos. Finalmente, comienzan a aconsejarlos para que cambien de actitud y mejoren sus modales. Por su parte, los estudiantes manifiestan que en algunos de los casos en sus hogares no reciben la atención necesaria de sus padres, tampoco la ayuda que ellos necesitan para la solución de sus inquietudes. Sino que el maltrato verbal y físico, lo que los lleva a desmotivarse y a perder el interés en estudiar, pensando que a sus padres no les preocupa su educación. Como resultado, se ha dado el caso de 8 alumnos que han abandonado el hogar y también han dejado de estudiar. Por referencia de los padres de familia de los niños desertores, se conoce que estos no viven en casa, 5 de ellos actualmente son jornaleros ocasionales, como ya se sienten libres e independientes “andan en malos pasos”, consumen drogas y alcohol.esEducación emocional, proceso de enseñanza - aprendizaje, problemas de comportamiento.Propuesta de Educación Emocional para promover la resolución de conflictos en el aulaThesis