Abstract:
Es de conocimiento general que el recibir una noticia de ser portador de
una infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causa estragos emocionales
en la persona y probablemente esto afecte a su entorno social, familiar y laboral.
Objetivo: Valorar el impacto y el grado de afectación de la calidad de vida de las mujeres
con diagnóstico de VIH e identificar a las personas más vulnerables para que a futuro se
pueda realizar una intervención apropiada.
Materiales y Métodos: Estudio tipo observacional descriptivo de corte transversal en 184
mujeres con diagnóstico confirmado de VIH que acuden a la Unidad de Atención Integral del
Hospital Enrique Garcés desde diciembre del 2021 hasta abril 2022, mediante la aplicación
de la herramienta WHOQOL-HIV BREF, el mismo que analiza 6 parámetros: salud física,
salud psicológica, nivel de independencia, relaciones sociales, ambiente y espiritualidad,
previa autorización con consentimiento informado. Los datos recolectados se depuraron en el
programa Microsoft Excel y luego se analizaron en el paquete estadístico IBM SPSS versión
25. Se aplicó medidas estadísticas de tendencia central (media, mediana y moda) y como
medidas de dispersión la desviación estándar, además, para variables cualitativas se obtuvo
frecuencias y porcentajes. Se aplicaron pruebas de normalidad Kolmogorov-Smirnov, y
pruebas T de dos proporciones para asociaciones entre calidad de vida y variables
sociodemográficas y clínicas, se consideró estadísticamente significativo al valor de p < 0.05 y se calcularon las razones de prevalencias.
Resultados: En el estudio actual se analizó a mujeres de entre 17 a 80 años, en el dominio
de Salud física se estableció que existe una relación estadísticamente significativa con la
presencia de reacciones adversas al TARGA (RP: 2,16, IC 1,4 - 3,4, p = 0,005), en el
dominio de salud psicológica se encontró que tener trabajo fijo (RP: 0,58, IC 0,4 - 0,9, p =
0,003) y el estar casado (RP: 0,67, IC 0,45 – 0,99, p = 0,02) es un factor protector para tener
buena calidad de vida. Según el nivel de independencia existe 1,39 veces (RP: 1,39, IC 1,05 –
1,85, p = 0,017) más probabilidad de tener mala calidad de vida en mujeres mayores de 40
años. En el dominio correspondiente a espiritualidad/ religión y creencias se encontró que el
tener reacciones adversas al TARGA y encontrarse en estadio II-III de la enfermedad tienen
1,7 veces más posibilidad de tener mala calidad de vida (RP: 1,71, IC 1,15– 2,56, p = 0,02) y
(RP: 1,72, IC 1,08 – 2,73, p = 0,01) respectivamente
Conclusión: A pesar de que a mayoría de las pacientes tienen buena autopercepción de su
calidad de vida, en el análisis independiente en cada dominio se estableció que el 51% de
mujeres en realidad tiene mala calidad de vida. Además, se identificó que los factores
sociodemográficos y clínico terapéuticos que más influyen son: la edad mayor a 40 años, el no
estar casada, tener reacciones adversas al TARGA, el no tener estabilidad económica o trabajo
fijo, tener bajo o ningún nivel de instrucción y contajes de CD4 menores a 500 c/mm3 (Estadio II, III).