Abstract:
En la actualidad, a los medios de comunicación se los ha llegado a considerar como el cuarto poder del Estado, pues al tener en sus manos el deber de transmitir información a la sociedad, su influencia sobre la ciudadanía es enorme. En este sentido, tienen en ellos la posibilidad de crear y modificar la sensación de inseguridad, en la sociedad general, por ello, su influencia en la política criminal es innegable, toda vez que ante la demanda de seguridad, el legislador debe mantener el poder que ostenta, y por ende, se generan normas que buscan satisfacer superficialmente las demandas de los ciudadanos que no solucionan el problema de fondo. Ahora bien, cuando se habla de delitos sexuales, sucede lo mismo, en un nivel más alto, ya que la integridad sexual es uno de los bienes jurídicos más preciados en nuestra sociedad, y por ende, el legislador buscará crear normas que parezcan asegurarla, principalmente al tratarse niños, niñas y adolescentes.